La palabra dieta deriva del latín dayta y significa régimen de vida y alude a las cantidades de alimentos que consumimos en un día, es decir, la forma de alimentación.
Es una forma de relacionarnos con la comida basada en reglas externas que nos lleva a desconectarnos de nuestras necesidades físicas y emocionales reales.
La dieta es la alternativa que nos marca la sociedad cuando se considera que nuestro cuerpo no encaja dentro del estereotipo correcto.
Entonces, comenzamos a restringir, prohibir y controlar lo que comemos.
Nos lleva a sentir culpabilidad y vergüenza según si cumplo o no esas reglas externas (otorgar valor moral a los alimentos).
Nos lleva a catalogar alimentos como buenos o malos.
Sentir que me porto bien si escojo alimentos buenos y entonces me siento bien y al revés.
MENTALIDAD DIETA
> Contar calorías o controlar los hidratos carbono
> Comer solo combinaciones seguras
> Eliminar grupos enteros de alimentos
> Compensar ingestas de alimentos malos
> Hacer dietas “saludables” con el fin de
adelgazar o modificar el cuerpo
Iniciar una dieta nos predispone a desarrollar una relación conflictiva con la comida:
- La mayoría de los alimentos tienen una respuesta de recompensa mejorada en situaciones de restricción y privación, tanto mental como físicamente → cuanto más me lo prohíbo más lo ansío (amplificación del atractivo y sabor de los alimentos).
- La privación impulsa el comportamiento compulsivo (tipo adicción):
> Mayor sensación de pérdida de control.
> Menor capacidad para autorregularse (en ratas los cambios dopaminérgicos que se parecen a la adicción solo ocurren con el consumo de azúcar bajo el régimen de acceso intermitente y sin estas condiciones, la respuesta de la dopamina en nuestro cerebro se parece a otras recompensas naturales como tener sexo, paseo montaña..).
¿Por qué sentimos que no tenemos voluntad para seguir una dieta?

1. El circuito de recompensa genera la motivación y el deseo que nos van a movilizar a buscar el E (wanting) y nos va a recompensar con la relajación y bienestar una vez calmada la necesidad.
El neurotransmisor implicado es la dopamina.
2. El circuito Hedónico se suma con el de recompensa potenciando la respuesta al E, ya que añade la sensación de placer a la necesidad de cumplir el deseo que dicho E provoca (sentir hambre o sed).
Los neurotransmisores implicados son las endorfinas y endocanabinoides.

Cuando nos ponemos a DIETA, nuestro cerebro detecta restricción (peligro: hambruna) y se activan los mecanismos de supervivencia que activan el sistema de recompensa que nos impulsa a buscar comida de forma urgente para recuperar los niveles de energía a los que el cuerpo está acostumbrado (más adelante se activa sólo por pensar en restricción, en ponernos a dieta).
Nuestro cerebro, cada vez que restringimos detecta peligro y cuando vuelve a haber abundancia (bajamos la guardia…) lo que dice es: ¡aprovecha ahora, última oportunidad, cómetelo todo para garantizar la supervivencia!
Atracón: se percibe como una, energía muy fuerte que nos lleva a comer mucha cantidad de comida, de manera rápida en un periodo de tiempo muy corto.
Irnos de la restricción al descontrol de la sobreingesta o el atracón es el proceso natural al que nos lleva nuestra biología y no es falta de voluntad o de autocontrol.
La investigación científica nos ha mostrado que las dietas hipocalóricas no funcionan y además tienen consecuencias indeseables:
> 95% de las personas recuperan el peso inicial en 2 años.
> El 98% de las personas recuperan el peso en 5 años.
> Pasar de comer controlado al descontrolado.
> Conductas de sobre ingesta o atracón.
> Perpetuación de la relación de lucha con la comida.
Servicio de Psiconutrición de nuestro centro
En las sesiones de psiconutrición te podemos acompañar en tu camino para que puedas recuperar tu salud física y emocional y sobre todo recuperes de una relación saludable con la comida y contigo mismo.
Con nuestra Psicóloga:
Realizando un trabajo de autoestima, buscando convertirte en la referencia de tí mismo y aprendiendo a aceptarte y quererte tal como se eres y a aceptar tu cuerpo de forma incondicional.
Haciendo educación emocional, prestando mayor atención a las emociones y sensaciones y a darte cuenta y comprender las propias vivencias. Identificando las propias necesidades y a expresarlas de forma más sana y asertiva y no mediante el cuerpo.
Con nuestra Nutricionista:
Adquiriendo hábitos alimentarios y de vida más consciente y saludables, conociendo los tipos de alimentos y sus funciones, sabiedo elegir los alimentos más adecuados a tus circunstancias, desmontando mitos nutricionales .
Conquistar el propio equilibrio interior.. se traducirá en un equilibrio exterior y en nuestro vínculo emocional con la comida.
Si deseas tener más información sobre cómo podemos ayudarte conoce nuestro servicio de Psiconutrición.
¡Estaremos encantadas de atenderte!
Lucía y Esperanza